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8 de marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Rendimos homenaje a las mujeres que en diferentes países del mundo. Nos hermanamos en la lucha por la paz.

Este 8 de marzo cumplimos 110 años de conmemoración de la declaración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, propuesto en agosto de1910 por la maestra Clara Zetkin, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, realizado en Copenhague, cuya celebración se fue expandiendo hasta que durante la denominada “Década de la Mujer” (1975 – 1985), en el año de 1977 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba una resolución proclamando este día como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de las Mujeres y la Paz Internacional, en el reconocimiento del papel que las mujeres hemos jugado en la conquista de la paz y el desarrollo y en la perentoria necesidad de acabar con la discriminación de género y aumentar la participación plena e igualitaria de las mujeres en los procesos de transformación política y social del mundo.

De otra parte, la conmemoración del día la Mujer se fundamenta, en homenaje a las operarias rusas que en 1917 habían iniciado una huelga general contra el hambre, la guerra y el zarismo, que por las exacerbadas condiciones de explotación y opresión, se lanzaron a las calles de Petrogrado sin que la dirigencia varonil hubiese autorizado esta portentosa movilización contra el régimen zarista, inaugurando así la Revolución Socialista de Octubre e imprimiendo el carácter pionero de nuestra lucha política. 

Ha transcurrido más de un siglo marcado con la impronta de la lucha de las mujeres por sus derechos, por ser nombradas con nombre propio, por tener un espacio para habitar el mundo, para ser contadas desde la historia propia, desde lo personal es político, desde mi cuerpo es mío y yo  decido, desde la opción de no parir hijos para la guerra y desde la exhortación a que la democracia no va, sin la presencia de las mujeres y, en fin, porque luchar por los derechos de las mujeres, es luchar por los derechos de un pueblo. De ahí su inconmensurable dimensión y su vigencia intemporal, cuya reivindicación es una eclosión de las potencialidades vitales de millones de mujeres luchando por su emancipación social, económica, cultural, sexual y política desde todos los costados del mundo.

Esta historia propia de innumerables luchas, nos debe reafirmar en la necesidad de recoger el legado de nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras amigas, nuestras hermanas, nuestras hijas, que desde la cotidianidad de lo simple y lo pequeño, contribuyeron a la formación de la conciencia social política que ha inspirado nuestra acción, nuestro anhelo libertario y nuestra palabra sublevada para alentar la lucha por la causa de la libertad, la paz, la justicia, la democracia y el verdadero desarrollo. 

Para nosotras, Mujeres Colombianas, que continuamos soñando por una verdadera y definitiva independencia, sigue fresca en nuestra memoria, aquellas mujeres que indiscutiblemente ocuparon un sitial destacado, como heroínas de la Gesta Libertadora como Manuelita Sáenz, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos, Rosa Zárate, Domitila Sarasty, Dominga Burbano y otras tantas cuyos nombres deberán ser reivindicados para la historia política del país, por encima de las grandes veleidades que impone el historicismo.

A ellas, a las que partieron, a las que nos arrebató la inutilidad de la guerra, a las que han sufrido la ignominia de una cárcel, a las que han partido hacia el exilio, a las desplazadas por el “paramilitarismo”, a las asesinadas por la guerra sucia del estado, a las que laboran en las fábricas, oficinas o talleres, a las que forman a los niños, niñas y jóvenes de nuestras escuelas, colegios y universidades, a las que con abnegación sanan los cuerpos de la enfermedad y el dolor, a las que con amoroso valor, todos los días esperan la llegada del hijo o del amante en el abrigo del hogar y, en fin, a las mujeres que en dura brega, andando los caminos y cargando a veces el hogar a cuestas, cuidan de la vida para que no muera. Rendimos homenaje en este día, nuestro día, un día para encontrarnos y para fortalecer los lazos de sororidad, confianza y reconocimiento, para que juntas continuemos forjando la emancipación de nuestras almas, de nuestros cuerpos y del sistema capitalista y patriarcal que nos oprime.

El 8 de marzo es una fecha que nos ofrece la oportunidad para reflexionar y rendir homenaje a todas las mujeres que en nuestro país, agobiado por los efectos de la reanudación de guerra, el autoritarismo, el desempleo, la feminización de la pobreza, el desplazamiento y la discriminación, se organizan y luchan junto al pueblo por sus reivindicaciones sociales y políticas y desde lo anónimo de la domesticidad, desde la dirigencia sindical, social y popular o desde los estrados de las altas responsabilidades de la política, día a día aportan a la construcción de una patria nueva y entregan amorosamente su sabiduría y su trabajo para que las presentes y futuras generaciones podamos tener una Nación en Paz, digna, libre y soberana.

Igualmente, rendimos homenaje a las mujeres que en diferentes países del mundo nos hermanamos en la lucha por la paz, la dignidad humana y la justicia social, por el medio ambiente, la defensa de la Pacha Mama, por la igualdad de género tanto en América como en el resto del mundo, luchadoras incansables por reformas políticas y sociales ante las graves violaciones a los derechos humanos, la violencia doméstica y el tráfico de personas, creando organizaciones y movimientos para defender la vida y tejer los sueños de la igualdad entre los seres humanos.

Invitamos a todas ustedes, amigas, compañeras, maestras, mujeres Colombianas: A que unamos la fuerza de nuestra palabra y nuestra acción, para interpelar a los poderes instituidos en el reconocimiento y garantía de nuestros derechos, en vista de que en más de un centenar de años de lucha cotidiana, de una revolución silenciosa buscando cambiar mentalidades y costumbres, exigiendo respeto en lo público y lo privado, visibilizando nuestros problemas, no han sido suficientes para su implementación plena y para terminar con un sistema que insiste en la exclusión económica, política y social de más de la mitad de la población y que por el contrario, se ven vulnerados ante la persistencia de la guerra, la expoliación de las riquezas, la prevalencia de la impunidad, la corrupción y la muerte.

Así mismo y en el marco del accionar sindical y político, requerimos del otorgamiento de mayor poder de representación, sororidad y confianza, para que más mujeres estén en sus direcciones y así, podamos continuar defendiendo los derechos del pueblo y los trabajadores y profundizando en la búsqueda de caminos hacia una Paz estable y duradera. 

Con afectuoso abrazo, 

María Eugenia Londoño O.

Secretaría de Género, Inclusión e Igualdad de FECODE

 A continuación, invitamos a conocer y compartir documentos en conmemoración de este día trascendental:

 Calendario Secretaría de Género, Inclusión e Igualdad de Fecode

 Cancionero 08 de marzo 2020

 Plegable invitación a conocer la película ‘La voz de la igualdad’

 Imagen slogan 2020

 Plan de Trabajo Secretaría de Género, Inclusión e Igualdad de Fecode 2020

 Cronograma de actividades Plan de Trabajo 2020